CIRUGÍA MAXILOFACIAL
La cirugía maxilofacial puede mejorar la calidad de vida y la percepción de sí mismo, además de resolver problemas funcionales derivados de malformaciones dentales y faciales.
La cirugía maxilofacial es una rama quirúrgica muy especializada que se ocupa de la cirugía de la cara de manera completa. El cirujano maxilofacial está familiarizado a trabajar con los tejidos suaves del rostro (piel, músculos, etc.), pero también con los duros (huesos), permitiendo que los resultados quirúrgicos conseguidos sean sorprendentes.
El cirujano maxilofacial ha seguido una preparación muy larga, por lo que domina de manera clara la anatomía del rostro desde los huesos finos hasta la superficie de la piel.
Será este especialista el que aconseje cuándo es necesario someterse a esta operación. En el campo estético, se recomienda en aquellos casos en los que hay deformidad dentofacial. Tal término puede generar confusión haciendo pensar al paciente que tiene problemas ligados exclusivamente a la boca; en cambio, por deformidad dentofacial se entiende las condiciones que encontramos de manera más frecuente, como por ejemplo un mentón demasiado lardo o demasiado corto (el conocido como mentón huidizo o retraído), o bien una hipoplasia malar (pómulos poco representados).
Se habla de deformidad dentofacial porque cuando hay una alteración esquelética que modifica los rasgos del rostro, a menudo es concomitante a una mal posición dental; de hecho, para conseguir óptimos resultados estéticos normalmente se recurre a un dentista para completar la labor del cirujano.
Por ello, porque una deformidad esquelética suele venir acompañada de una maloclusión (una mala relación entre los arcos dentarios), es fundamental que la intervención la desarrolle un equipo multidisciplinar, ya que además del trabajo de un cirujano con competencia en tejidos blancos y duros, es importante la presencia de un dentista. En pocas palabras, el dentista se encarga de los dientes, el cirujano de lo que hay a su alrededor.
Una intervención muy practicada es la cirugía bimaxilar, que permite reordenar el maxilar superior y la mandíbula, así como modificar el complejo maxilo-mandibular (el tercio inferior de la cara) en consonancia con el resto. A menudo este tipo de cirugía evita la utilización de prótesis zigomáticas (o cigomáticas), mentonianas, etc.